Playa del Silencio

La Playa del Silencio es una de las playas con más encanto que hemos podido descubrir. La tranquilidad que existe a pesar de la bravura de las aguas del mar cantábrico se convierte en un destino fijo para nosotros.

Playa del Silencio Asturias – Cudillero

La playa del Silencio (también conocida como Playa del Gavieiro o Playa d´El Gavieiru) es un ejemplo perfecto de la naturaleza haciendo maravillas. Si hay una playa en Asturias digna de aparecer en una postal o en el fondo de escritorio del ordenador, sin lugar a dudas, esas es la Playa del Silencio de Cudillero.

Contrastando con la bravura que generalmente impera en el mar cantábrico, en este rincón paradisíaco es más habitual encontrar las aguas totalmente en calma, como si de un espejo se tratase. Los flancos de la ensenada de la playa del Silencio están protegidos por formaciones rocosas que la resguardan del oleaje que puede haber en el resto de la costa.

Tiene forma de concha y las vistas son espectaculares, tanto desde la parte de arriba de los acantilados, como desde la misma playa. El verdor de la vegetación de la cornisa cantábrica, el color de la piedra de las paredes rocosas y los distintos tonos azules del agua del mar «pintan» un escenario de los que se quedan en la retina para siempre.

Si bien el acceso a la playa es complicado, por que requiere hacer el esfuerzo de bajar y subir a pie desde el parking, la accesibilidad es mucho mejor ahora que en otros tiempos.

playa-del-silencio
Vista extremo de la Playa del Silencio

Algunas zonas donde el desnivel es más importante cuentan con escalones y la superficie del camino tiene un buen agarre, aun así, es muy recomendable contar con un buen calzado para transitar por él. La barandilla metálica garantiza la seguridad de los visitantes en este tramo.

La dificultad del acceso conlleva un premio y es que no todo el mundo está dispuesto a pagar el precio del esfuerzo para disfrutar de este rincón paradisíaco, por lo que la playa nunca llega a estar abarrotada a pesar de su merecida fama.

Los 330 metros de playa, con una anchura media de 30 metros, no cuentan con servicios: ni chiringuito, ni duchas, ni socorristas, así que tendrás que ir preparado con todo lo que necesites.

En la orilla, el agua de color verde esmeralda baña la alfombra de pequeños cantos rodados de esta playa. El continuo batir de las olas ha ido redondeando las rocas y el resultado es bastante distinto a las típicas playas cantábricas con su arena dorada.

Como es normal en toda esta zona, la temperatura del agua está bastante fría, por lo que el baño está reservado para algunos valientes. En pleno agosto, la temperatura no sube mucho más de los 20 ºC y en el resto del año tan sólo llega a los trece.

Todavía tenemos una gran sorpresa para los amantes del snorkel. El fondo de la ensenada parece que hubiese sido pavimentado con piedra y es una pasada para olvidarse de todo escudriñando las grietas para ver a sus habitantes marinos.

No olvides tus gafas, el tubo y las aletas, pero sobre todo un buen traje de neopreno si quieres alargar tu zambullida. Dirígete hacia cualquiera de los lados donde los acantilados se sumergen en las aguas, o a los pequeños islotes que parecen traídos de alguna exótica playa de Taiwan o Tailandia, para vivir una experiencia de buceo imposible de olvidar.

En pleamar puedes entrar pisando los cantos rodados, sin embargo, en bajamar necesitarás unos escarpines o cualquier otro calzado apto para el baño que te permita pisar sobre la piedra que queda a la vista.

Playa del Silencio como llegar

Si vienes en coche, primero tienes que llegar al pequeño pueblo de Castañeras. Sigue las indicaciones hacia la playa que te llevará a la carretera circular donde se encuentra el parking y el acceso a la playa.

Aprovecha este truquillo y con suerte podrás ahorrarte los dos euros que cuesta el parking (al menos en el momento de nuestra visita). Una vez que llegues al aparcamiento, no entres con el coche. Continúa circulando por la carretera y con suerte encontrarás un hueco libre donde poder dejar estacionado tu vehículo. Si no lo consigues, la carretera es circular y podrás volver de nuevo al parking para aparcar en él.

Bajar a la playa por el acceso peatonal a la playa puede tomar entre 10 y 15 minutos y, lógicamente, subir te costará más aún, por lo que piensa bien qué te quieres llevar porque lo vas a tener que portear un buen trecho.

Mirador de la playa del Silencio

Si quieres volver a casa con una bella estampa de tu viaje, una fotografía panorámica de las espectaculares vistas que hay desde este mirador es obligatoria. Está situado en lo alto del acantilado del lado oeste de la playa (mirando al mar, a la izquierda).

Está un poco escondido, pero merece la pena encontrarlo. Un primer mirador muy cerquita del parking tiene buenas vistas, pero el que de verdad merece la pena está unos metros más adelante. No está señalizado, por lo que debes estar atento para no pasarte de largo.

playa-del-silencio
Vista panorámica de la Playa del Silencio

Playa del Silencio ruta de senderismo

Se trata de una ruta circular corta, de menos de cuatro kilómetros, que no requiere un gran esfuerzo y que además lo compensa con creces con sus maravillosas vistas. El desnivel acumulado es de 161 metros.

Abandona la autovía en dirección a Novellana y cuando llegues a Castañeras deja el coche allí. La carretera que lleva al parking de la playa es muy estrecha y la ruta es corta.

Enlace a la ruta en Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/playa-del-silencio-asturias-16605744

Playa del Silencio nudismo

La práctica de nudismo ha sido bastante habitual en la playa del Silencio, sin embargo la mejora del acceso ha conllevado una mayor afluencia de visitantes, por lo que ya no es tan habitual como lo era antaño. Sin embargo, una playa natural como la del Silencio bien merece ser disfrutada sin ataduras.

Playa del Silencio perros

Esta playa no está incluida dentro de las cuatro playas caninas que puedes encontrar en Asturias: Playa el Rinconín en Gijón, Cala Saliencia en Cudillero, Playa El Sablón en Bayas y la Playa canina de Cambaredo en El Franco.

Hay quienes acuden a playas sin vigilancia como ésta con sus mascotas, pero en caso de que algún agente se personase, es muy probable recibir una multa considerable.